Rechazo total de Greenpeace a la posibilidad de modificar la Ley de Glaciares: «Pondrá en riesgo el acceso al agua para millones»

Greenpeace manifestó su extrema preocupación ante la posibilidad de que se modifique la Ley de Glaciares, a la cual le abrió la puerta el presidente Javier Milei.

La organización advirtió que este cambio pondría en riesgo las fuentes de agua dulce de millones de argentinos.

La semana pasada, en un discurso ante empresarios, Milei se mostró dispuesto a enviar al Congreso un nuevo proyecto para modificar la Ley de Glaciares en Argentina.

Este tendría como objetivo que cada provincia determine sus zonas periglaciares bajo el argumento del «federalismo«.

Greenpeace, contra la modificación de la Ley de Glaciares
La propuesta a la que se refirió Milei se apoya en una idea del gobernador mendocino Alfredo Cornejo.

«Qué mejor que cada provincia determine cuál es la zona periglaciar y de una vez por todas nos pongamos a aprovechar las riquezas naturales», sostuvo el Presidente.

Frente a esto, Greenpeace reforzó la importancia de la legislación actual para proteger los glaciares en el país.

«La Ley de Glaciares protege un recurso único y finito: el agua», advirtió en este sentido Agostina Rossi Serra, especialista en biodiversidad de Greenpeace.

Y apuntó contra la propuesta oficial: «El retroceso ambiental que planteará esta modificación pondrá en riesgo el acceso al agua para millones de argentinos«, sostuvo

Es que, tal como reforzó la experta, la idea de Cornejo busca desestimar la protección otorgada por la normativa original.

Esto permitiría la intervención en zonas previamente protegidas, dejando a los glaciares expuestos a mayor riesgo de contaminación y destrucción.

«Lo que se discutirá cuando el proyecto sea presentado es la entrega de las fuentes de agua de los argentinos«, agregó Rossi Serra.

La Ley de Glaciares argentina, pionera en la región
La Ley de Glaciares, sancionada en 2010, fue un logro histórico impulsado por millones de personas y cientos de organizaciones civiles.

Esta normativa estableció salvaguardas estrictas para proteger a los glaciares y al ambiente periglacial como:

El almacenamiento de agua dulce;
La regulación climática;
La provisión de agua para millones de personas;
La biodiversidad de ecosistemas únicos.
La normativa original inhabilita actividades que puedan dañar estos ecosistemas, como la minería y la explotación hidrocarburífera.

«La Ley de Glaciares es una norma pionera, no existe otra en la región que cuente con tal alcance de protección para los glaciares y el ambiente periglacial«, destacó Rossi Serra desde Greenpeace.

La importancia estratégica de los glaciares
Los glaciares y el ambiente periglacial son reservas estratégicas de agua dulce que abastecen a comunidades, ríos y ecosistemas.

Su deshielo regula los caudales en épocas de sequía, asegurando agua para el consumo, la agricultura y la generación de energía.

Además, estos cuerpos de hielo son un indicador clave de los impactos de la crisis climática y un baluarte para la biodiversidad.

Sin ellos, los efectos del calentamiento global y la escasez hídrica serían aún más devastadores.

Las funciones vitales de los glaciares:
Regular caudales en épocas de sequía;
Abastecer agua para consumo humano;
Sostener la agricultura regional;
Generar energía hidroeléctrica;
Indicar el avance de la crisis climática.
Rossi Serra advirtió que «un retroceso en la protección de glaciares y el ambiente periglacial no sólo es inconstitucional».

Es que, además, «ignora y vulnera gravemente los compromisos internacionales asumidos por Argentina para enfrentar la crisis climática», señala la especialista.

«Sin glaciares, no hay agua. Y sin agua, no hay futuro», concluyó la especialista de Greenpeace, en busca de reforzar el mantenimiento de la Ley de Glaciares.

Por ello, Greenpeace llama a la ciudadanía a unirse en la defensa de los glaciares a través de una junta de firmas. Para participar, se puede acceder a través del siguiente link: Fundación Greenpeace Argentina | Glaciares: hielos en peligro.

Se trataría del segundo intento de modificación de la normativa en dos años.

Según Greenpeace, esta reforma abriría las puertas a actividades que amenazan la integridad de los glaciares y el ambiente periglacial.

Fuente: noticiasambientales.com

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