Robe Iniesta y sus 12 canciones más inmortales: del grito al susurro

Robe Iniesta no solo fue fundador y voz de Extremoduro, fue un alquimista del rock español —un creador que convirtió versos brutales en himnos eternos, desde los garitos de Plasencia hasta estadios llenos de pedradas emocionales.

Con su muerte a los 63 años el 10 de diciembre de 2025, su legado se siente más necesario que nunca: aquí, 12 canciones que explican por qué Robe escribió no solo música, sino capítulos vitales de nuestra cultura sonora.

Robe Iniesta, el maestro de la palabra y la guitarra, ha fallecido dejando un legado difícil de resumir. Su huella atraviesa décadas, y su obra —a veces salvaje, otras íntima, siempre auténtica— forma parte del ADN de la música española contemporánea.

Son muchos los temas que merecerían un ensayo aparte; sin embargo, estas 12 canciones reflejan no solo su evolución artística, sino también la manera en la que Robe habló de amor, desarraigo, libertad y caída con una honestidad brutal, sin maquillaje pero con poesía.

1. ‘Jesucristo García’ – El manifiesto transgresor que lo cambió todo
Incluida en Rock transgresivo (1989), “Jesucristo García” fue el primer gran himno de Extremoduro. Un track que combina autobiografía y una reflexión sobre la sociedad: ¿qué pasaría si Jesucristo naciera hoy? La respuesta de Robe fue tan cruda como desafiante, y dejó claro desde el principio que su música no iba a ser confortable.

2. ‘So payaso’ – El rock que cruzó fronteras radiofónicas
La canción que no solo rompió en los conciertos, sino que llevó a Extremoduro a sonar en emisoras como Los 40 Principales. Con un piano inesperado y una melodía pegadiza, “So payaso” sigue siendo uno de los temas más accesibles y celebrados de la banda, y demuestra que Robe podía ser rotundo sin perder sensibilidad.

3. ‘Ama, ama, ama y ensancha el alma’ – Amor y libertad en estado puro
Del disco Deltoya (1992), esta pieza es un canto a la vida, al amor y a la autenticidad. La letra, firmada por el poeta Manolo Chinato, y la entrega visceral de Robe en directo la convirtieron en uno de los cierres más emocionantes de sus conciertos.

4. ‘Quemando tus recuerdos’ – La memoria como paisaje emocional
En Somos unos animales (1991), Robe explora la dureza de olvidar. Este tema condensó, con lenguaje popular e imágenes sin edulcorar, lo que significaba enfrentarse al pasado para poder sobrevivir al presente.

5. ‘Sucede’ – Cuando Extremoduro se convirtió en un fenómeno de masas
De Agila (1996), “Sucede” mezcla referencias literarias —de Machado a Neruda— con el impacto físico de una guitarra que ruge y acaricia a partes iguales. Fue un momento bisagra: Robe pasó de ser un secreto bien guardado a un nombre que llenaba estadios.

6. ‘Si te vas’ – Balada extensísima y amorurbana
Con casi nueve minutos de duración, incluida en Material defectuoso (2011), esta canción desafía la idea de balada convencional. Es una plegaria romántica, dolorosa, capaz de hacer vibrar hasta al oyente más hermético. Historia de amor y despedida, a la manera única de Robe.

7. ‘La vereda de la puerta de atrás’ – Reflexión sobre la felicidad y la elección
El himno de Yo, minoría absoluta (2002) se volvió legendario tanto por su portada —Robe crucificado en calzoncillos— como por la energía con la que la banda lo interpretaba en directo: frente a frente con Iñaki Uoho, melena al viento, guitarras incendiando el aire. Una canción sobre dudar, decidir y seguir caminando.

8. ‘Segundo movimiento: Lo de fuera’ – La epopeya interior
De La ley innata (2008), este track de casi 12 minutos es una odisea emocional. Habla de castigo, deseo, aislamiento y redención. Aquí se siente la evolución de un Robe confrontando sus propios demonios, lo que le convirtió en un creador aún más profundo y filosófico.

9. ‘Un suspiro acompasado’ – El inicio de su obra en solitario
En su carrera como Robe (2015), con Lo que aletea en nuestras cabezas, este tema calmó aguas eléctricas y apostó por la introspección. Es el momento en que su voz se entrega sin aristas, recogiendo años de carretera y silencios.

10. ‘Del tiempo perdido’ – La confesión lírica
Del disco Destrozares… (2016), es una pieza donde Robe se desnuda sin remedio. El verso “Del tiempo perdido en causas perdidas nunca me he arrepentido” encapsula la filosofía de un hombre que siempre vivió según sus reglas, aunque a veces dolieran.

11. ‘Estoy muy bien’ – Tres canciones en una
Del álbum Dónde están mis amigos (1993), este corte es una gema escondida: tres movimientos que se funden, como si fueran etapas de una vida. Casi nunca interpretada en directo, es la muestra de que incluso en lo menos obvio Robe sabía sorprender.

12. ‘El poder del arte’ – El canto final a la creación
De Se nos lleva el aire (2023), esta canción es una declaración de principios: la música no es solo sonido, es salvación. Empieza con violín y clarinete, olfatea la pérdida y termina celebrando el arte como única forma de recuperar lo perdido. Una reflexión que, tras su muerte, resuena como epitafio poético.

Robe Iniesta hizo de cada acorde una confesión, y de cada letra un espejo en el que nos reconocemos. Estas 12 canciones no son solo grandes piezas del rock español, son estaciones obligadas para entender un espíritu artístico irrepetible.

 

fuente: Confidencial Digital

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